Hace mucho, mucho tiempo, pedí la Luna y los Dioses me la entregaron en mano, envuelta en nubes de colores y atada con rayos de celofán.
Durante estos años de relación con Severo, vuelvo a reconocer, una y otra vez, la luz que emana la satisfacción de los deseos cumplidos. La luna en mis manos…
Hace mucho, mucho tiempo, con soberbia, creí que ya había aprendido y que era una Spankee aplicada, educada, disciplinada.
Durante estos meses tuve que volver a hacer acto de contrición. A ser humilde. A pedir perdón a Severo, por no aprender nunca, por ser descarada y maleducada. Sin soberbia…
Hace mucho, mucho tiempo, leí en alguna parte, con incredulidad desmesurada, que una “pobre alma” había sufrido cien azotes y yo, inocente de mí, creí que eso era imposible. Y temí y sonreí al mismo tiempo.
Hace tan solo unos días, de nuevo, recibí cien azotes de castigo, terribles, durísimos, penitentes. Temí y sonreí… aunque esa sonrisa llegó más tarde.
El Tiempo… difícil medirlo sino con los recuerdos.
Verita {S}