Mini relatos I


(hechos para la rápida lectura que impone el frenesí de la vida moderna)













LA GUINDILLA ASESINA

Verita mira de reojo a Severo. Si no se da prisa en tomar el primer bocado, no aguantará más la risa. Ésta sale a borbotones, cuando ve como él empieza a sudar, cambia el color de su cara y con frenesí coge su copa de vino para calmar el ardor explosivo de sus papilas gustativas.
La culpa es suya, piensa ella.
El otro día, de nuevo, volvió a decirle que los platos que pretendía que fueran picantes, acababan siendo una simple "comidilla suave" que cualquier crío de dos años podría tomar sin temor.
Sabe que se ha excedido al poner una botella entera de “tabasco”.
Pero, era una broma, ¿no? 

Ahora se arrepiente de ello: las friegas que le está imponiendo Severo, con limón en las heridas  causadas por el cané, le hacen jurar y perjurar que “a dios pongo por testigo que jamás volveré a pasar hambre… ¡perdón! Que jamás volveré a poner picante”









 Vera {S}






“LA VISIÓN DE ESTA PELÍCULA PUEDE DAÑAR SU SENSIBILIDAD”
                                                                                         
La postura es cómoda. Verita está tumbada encima de las rodillas de Severo, con los codos apoyados en el sofá y éstos aguantando su cara. No hay que perder detalle de la “interesantísima” película que Severo ha programado para visionar hoy.
Aunque la postura en la que está Verita, la ha elegido él, muy entusiastamente (¿…?)
Hasta aquí todo perfecto.
La película es de terror.
Así que todo mal.
El reto impuesto por Severo: a cada sobresalto, grito, susto, espaviento o negación a seguir mirando, nalgada elevada a la quinta potencia.
La maldita película va por la mitad y Verita ya tiene su trasero como la cara del último zombi  masacrado por el protagonista.
Verita ha decidido que denunciará a la compañía cinematográfica “Pompas Fúnebres de Terror Co.” por crear y difundir este tipo de películas. ¡Ha dicho! Mientras se masajea su zombi, estoooo… su culito.

Vera {S}





GOZZILA

Repelente. Enormeeeeeeeeeeeeeeeeee. Viscoso y amenazante.
Verita no entiende como entre sus gritos de terror ante tamaña bestia, percibe unas carcajadas.
No, no lo está imaginando, mientras huye para salvar su vida, la carcajada aumenta de intensidad.

Se dirige hacia ese sonido contrastante con el suyo (gritos, gritos y más gritos) y allí encuentra a Severo retorciéndose entre risas
En ese estado hilarante, mientras Verita no entiende nada (¡¿ha estado a punto de ser devorada por una bestia inmunda y él no hace nada?!) él la asía de las manos y la conduce hacia la habitación que ahora por estar esa bestia inmunda es una caverna de los horrores. Verita se debate mientras sigue gritando que ¡”hay una bestia tipo Gozzila en la habitación que quiere devorarla!” y él apenas puede sujetarla ya que la risa casi se lo impide.
Es una lagartija de goma, pequeña, insignificante y fea. 

Él la ha colocado a modo de broma en la repisa de la habitación, para que ella supere así su fobia a los “bichejos”.
Todo habría acabado bien, si en el forcejeo ella no le hubiese arañado la mano para zafarse.
Las disculpas no han servido de nada.
Ahora, mientras tiene entre sus manos a Gozzila (otro castigo indefinible para ella) debe recibir sus azotes, sin una queja, intentando que la bestia de plástico no caiga de sus manos y a cada azote recibido, pedir perdón con vehemencia.
PD: En este escrito no ha sido maltratado ningún animal (y no por falta de ganas) así que las “susodichas asociaciones se abstengan”. 

Vera {S}




LA COSTURILLAS MAQUIAVELICA

De nuevo cosiendo los botones arrancados con ímpetu y pasión de la última camisa que ha pasado de nuevo por este trámite.
Y Verita, mientras lo hace, sonríe: ¿Qué pensaría su abuelita si supiera para que emplea sus clases de costura en la actualidad?
Sigue cosiendo.
Piensa en que el trabajo que realiza es fatuo y repetitivo: siempre acaba cosiendo, zurciendo, encolando y/o arreglando todo aquello que su Spanker, deshila, rasga, despega y/o rompe.
Hace dos meses, se dejó tres botones de esta misma camisa sin coser para facilitarle (y facilitarse) el trabajo y la conclusión de tal “negligencia” fueron trescientos correazos.
Sigue cosiendo.
Pero…. Ahora ha parado… queda tan solo el último botón y un pequeño desgarrón.
Cree que con “tamaña temeridad en su descuido” hoy, Severo, haga “las cuentas de la abuela”.
Y Verita, sonríe, mientras piensa en lo que le espera... mmmmmm 

Vera {S}






 
   PLACERES VINICOLAS

Este vino, mi querido Severo, no es de muy buena calidad según la revista “Vinos y vinos de los vinos” dice Verita ante la botella que le acaba de regalar su adorado Spanker.
No ha sido nada acertada su observación. El protocolo de la buena educación dice que nunca denigres un obsequio delante de quien lo hace… por otra parte, si quien lo hace es tu Spanker… ¡¿a quién se le ocurre?!
Le ha vendado los ojos y ha puesto delante de ella siete copas llenas de diferentes vinos. Ahora deberá identificar cada uno de ellos. A cada error recibirá veinte correazos.
La primera copa es un “Martin Berdugo Barrica” un Rivera del Duero que reconoce enseguida. La “gracia” del asunto es que así haya empezado el juego: cambiando una letra (“Verdugo”) el destino parece querer reírse de ella.
La segunda copa, la prueba con mucha más seguridad en sí misma: “sabe” que los adivinará todos, así que… 
Este es un… un… ¿qué vino es este?
Veinte correazos.
¡¿Y este?!
Veinte correazos.
¡¿Y este?!
Ciento veinte correazos en total y durante un mes beberá la famosa marca española de vino barato que se vende en tetrabrik en los supermercados.
Verita, ahora es abstemia. ¡No hay nada mejor que el agua fresquita!

Vera {S}






ENSALADILLA RUSA

 Hoy  toca “platito de verduras multicolor” así que Verita baja al súper más cercano a comprar una de esas bolsitas ya preparadas. El gran problema de esta simple acción, es que ella tiene prohibido comprarlas, ya que a Severo no le gustan los guisantes y estas bolsitas están plagadas.
No importa… prefiere quitar los guisantes uno a uno, antes que pelar y cortar las verduras y lo de estar prohibido, pues… “ojos que no ven, corazón que no siente”.
Bien, no ha quedado ni uno. Operación realizada con éxito.
¡¿Verita, y esto qué es?!
¡Oh! Dioses del Olimpo… Verita que no tiene credo, no sabe a quién invocar (¿existe algún Dios para proteger a las Spankees?)




Y como en el cuento de “la princesa y el guisante” ese simple y asquerosillo puntito verde, está desatando toda una trama…
Confesión de la “compra clandestina” y el motivo,  súplicas tipo “no lo volveré a hacer más”, lágrimas fugaces para aplacar a su spanker… nada ha servido.
Verita ha tenido que separar y contar uno a uno los trocitos de patata, los de zanahoria y los de judías verdes y apuntarlo en un papel.
Severo sonríe y “pregona el acta numérica” añadiendo a cada uno su correspondiente “arma de castigo”.
Zanahoria: pádel.
Patata: correa.
Judías: fusta.
Con lo buena que es la lechuga  
¿qué destino cruel hizo que a su amado Spanker le apeteciera ensaladilla rusa? Total!!Es lo que han acabado cenando!! 



Vera {S}








PAROLE, PAROLE, PAROLE…

Verita, ¿me estás diciendo que no?
¡No!
¡¿Ves como sí?! Me acabas de decir que no?
¡Que no!, ¡que no! ¡Que no digo que no!
¿Y entonces qué dices, Verita?
Yo… bueno, he dicho que no, pero no quería decir que no… y no he dicho… no…. No, he dicho no…
O sea, que aparte de decir que no, ¿me estás replicando?
¡No! ¡No estoy replicando!
(¡Uf!, Verita, calla, calla, calla… que la estás liando y ya sabes cómo se pone Severo ante la negación y las réplicas, ¿Pero qué te pasa, tontina? Piensa… piensa…) 


¡Ajá! Así que mi niña “n-o  ha dicho NO y NO está r-e-p-l-i-c-a-n-d-o”, ¿verdad?
Anda, Verita, agárrate al respaldo de la silla, bájate los pantalones y muéstrame “mi” culito, que voy a enseñarte el significado de las palabras.




Vera {S}











SHOPING

De acuerdo, Verita, dice Severo, te acompaño, pero recuerda que mi paciencia es limitada.
Bueno, ¿y qué si no he encontrado casi nada que me gustara? Yo no tengo la culpa si me “metes prisa” 


contesta Verita, después de cinco horas más tarde y siete minutos, quince tiendas visitadas y cincuenta piezas de ropa probadas y con tan solo un short comprado.
Severo con mucha paciencia le responde que tiene razón, que ella “pobrecita” no tiene la culpa.
¡Uis! Piensa Verita, qué amable y comprensivo, ¡pero si es un sol! ¿O no…


Cuando llegan a casa, Severo se dirige al armario, coge unos pantalones
(¡de otra temporada!) y una camisa (¡que no combina nada, nada, nada! ¡Qué horror!) Y le dice a Verita:
- “Esto” es lo que llevarás durante una semana seguida y será mejor que lo lleves bien limpio y planchado cada día.
(Peroooo, peroooo, peroooo ¿cómo voy a salir a la calle así y mucho menos ir al trabajo? Piensa Verita desesperada)
¡Ah! y referente a la ropa que llevarás en casa (le dice para finalizar la “conversación” su spanker con cara de pocos amigos) ya puedes ir desnudándote.
¿Y los azotes? Piensa Verita… ¿no voy a recibir hoy?... ¡Ah! Claro… esta vez ha sido azotado su irrefrenable consumismo y su indecisión… 
Brrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr



Vera {S}

 





MANUAL DE LOS BUENOS MODALES
Y todo porque Severo ha encontrado unas cuantas palomitas de maíz ¡por toooooodas partes! Aunque ella piensa que “tooooooodas partes” es una exageración que no define muy bien la ubicación exacta de éstas, o sea, en una parte del sofá.
Y es que no puede evitarlo, ya que cuando lee, se abstrae de tal manera, que las palomitas caen, ora en su boca, ora en el sofá 
(y “la historia de Genji” de Murasaki  Shikibu, no es para menos).

Así que por culpa de esas esponjosas y deliciosas cositas blancas, Verita está ahora con coletas, 
                                              con el culito caliente, 
la postura erguida y comiendo “¡u-n-a  a  u-n-a!” las susodichas, como “una niña buena y educada” (palabras de Severo).
                                                                     Educada, sí, piensa Verita, pero buena…

Vera {S}





 KAFKIANO


¡Duele mucho!

 ¿El qué?, ¿la cabeza?
                         ¡No! El culo. 


Esto es un blog de Spanking.
¡Ah!
¿Entonces solo “recibes”?
No, “yo doy”.

                         ¡Ah! ¿Entonces eres Spanker ?

  No, yo soy Spankee, 
¿acaso la Spankee no es la que todo lo da?

No entiendo nada.
Tampoco lo intentes, eres tan solo un relato sin sentido.

 Entonces, ¿no existo?
Sí, si existes.
¿De qué has dicho que iba este Blog?
De amor...  este Blog, va de amor: Amor por la vida, por el Spanking ...
 y por la paz en el mundo… la paz en el mundo… la paz en el mundo…








¡Verita, mi amor, despierta que si no llegaremos tarde!


Mmmmmm, Buenos días, amor mío… he tenido un sueño más raro… después te lo cuento….





Vera {S}






Sin tu sonrisa con cada relato que te exponía, sin tus ánimos para que siguiera escribiendo y sin tu aprobación y colaboración, éstos no existirían. Así que desde aquí, te doy las GRACIAS, mi amado, respetado y admirado, Spanker Severo. Por todo ello y por mucho más…

                                                                                                Vera {S}
                                                                                   


                                                                                           

2 comentarios:

Severo dijo...

Hummm, reconozco que me hiciste reir de nuevo enana mia... pero... ¿te di yo permiso para poder contar nuestras intimidades?.

PREPARESE USTED.

rams de M dijo...

la guindilla de la torta ...jajajajjajajajja...
¿sabes como convertir una taza de café en una burbujeante burlita?

que fenomenal ... ¡como te aguantan las nalguitas pa tanta diablura?
Oiga don Severo, no prive a la humanidad del permiso pa reir asi de despanzurrados y divertidos jeje